Los alimentos en los barrios populares de Rosario han experimentado un alarmante aumento de precios en los últimos meses, según revela un estudio realizado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso). El informe, presentado por la diputada provincial Lucila De Ponti y el concejal rosarino Mariano Romero, indica que los precios de la canasta básica han aumentado un 57% entre diciembre y marzo, y un asombroso 303% en comparación interanual.
El estudio, que relevó precios en comercios minoristas de los barrios Casiano Casas, La Sexta, Bella Vista y Mangrullo, destaca que productos como el pollo, la leche y el arroz han sufrido aumentos desproporcionados en el último trimestre. El pollo lidera el incremento con un 114%, seguido por la leche con un 88% y el arroz con un 80%. En términos interanuales, el arroz encabeza la lista con un aumento del 743%, seguido por los fideos secos con un 522% y las carnes con un 337%.
El informe también resalta la preocupante pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores asalariados, quienes ahora necesitan más de dos salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria familiar. Esto se traduce en situaciones alarmantes, como el caso de un obrero de la construcción que, ganando $412.000 mensuales, no logra comprar alimentos suficientes para su familia.
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Ante esta situación, los legisladores insisten en la necesidad de fortalecer los comedores y merenderos en el marco de la emergencia alimentaria. De acuerdo con De Ponti, «comer poco a poco va volviéndose un lujo». Por su parte, Romero subrayó que la Argentina enfrenta una emergencia alimentaria, agravada por el abandono estatal de los comedores.
Los legisladores reconocieron “la necesidad de fortalecer comedores y merenderos en el marco de la emergencia alimentaria, algo que este informe demuestra como irrebatible: una familia rosarina necesita 424.595 pesos sólo para alimentarse”.
“Este es un estudio que realizamos de forma trimestral, y lo que estamos notando en este primer período es algo nunca antes visto. Los precios de los alimentos no paran de subir, y los ingresos de las familias corren siempre por detrás”, dijo De Ponti. Mientras que Romero reconoció: «Cuando se señala que Argentina está en emergencia alimentaria es porque a la crisis social y económica que atravesamos, producto de una decisión explícita, se le suma el abandono por parte del Estado de los comedores”.
La situación pone de manifiesto la grave crisis que enfrentan los sectores menos acomodados de la economía local y la necesidad urgente de tomar medidas para garantizar el acceso a alimentos básicos para toda la población.