A diez años de la publicación de “Vínculos”, Gabriela Arias Uriburu se ha convertido en referente para miles de personas que se atreven a iniciar un camino de autoconocimiento, sanar los vínculos, aquellos hilos invisibles que nos unen incondicionalmente, y cicatrizar las heridas emocionales. Entre aquel best-seller y este nuevo “Vínculos II”, Gabriela transitó su vida entre dos mundos, Occidente y Medio Oriente, separados por una delicada línea que los hace tan parecidos y tan diferentes.
En ese ir y venir en las márgenes de ambas culturas supo desarrollar herramientas que han ayudado a mucha gente a superar traumas, salir del lugar de la víctima y disponerse a construir una vida luminosa.
Todo ese aprendizaje está volcado en estas páginas, como si ante nosotros se desplegara un mapa en el podemos encontrar las diversas rutas que conducen –como diría Joseph Campbel– al centro de nuestra propia existencia. “Este libro está enfocado en generar conciencia: en que te hagas consciente en todo tu existir, comiences a vincularte con tu soplo divino y decidas si quieres o no ponerte en labor contigo y con tu historia.
No hay más tiempo, el tiempo es ahora.” Gabriela Arias Uriburu La ilustración de la portada, “Nebulosa”, es una pintura de la artista plástica jordana Tamara Abu Soud, esposa de Karim Shaban, uno de los tres hijos de Gabriela. Es, a su vez, una imagen elocuente de que el amor sigue siendo el único lugar de encuentro.
El viernes 07/07/2023 se realizará en Homo Sapiens librerías ( Sarmiento 829) la presentación de este libro a partir de las 18.30 hs.
AUDIO ENTREVISTA:
Biografía Gabriela Arias Uriburu
Gabriela Arias Uriburu nació en Brasil en 1965. A los veintitrés años se fue a vivir a Guatemala con su padre, que era Embajador de la República Argentina. Allí conoció a Imad Shaban, de origen jordano, con quien se casó en 1991. Tuvieron tres hijos: Karim, Zahira y Sharif. En 1997, se divorciaron y el Juez de Familia le otorgó la custodia de los niños a Gabriela, pero Imad Shaban -el 10 de diciembre de ese año- trasladó a sus hijos de manera ilegal a Jordania. Durante tres meses, Gabriela no supo el paradero de los niños y solo logró verlos un año después. Así se inició su peregrinaje por los foros internacionales. Llegó a ser la primera mujer en exponer su caso en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Su reclamo se convirtió en un leading case por los Derechos de los Niños, hito histórico que revolucionó el Derecho Privado. Gracias a su gestión a favor de los niños, varias naciones latinoamericanas suscribieron la Convención de los Derechos del Niño, la Convención de la Haya sobre Sustracción de Menores y la Convención Interamericana de Restitución de Menores. En abril de 2000, le entregó al Presidente, Dr. Fernando de la Rua, un proyecto para crear un Tribunal Internacional de Familia. Presentó al Parlamento Argentino y al Mercosur proyectos a favor de los derechos del niño para el desarrollo en plenitud de la infancia. Recibió el reconocimiento del Senado Argentino el Día Internacional de la Mujer en 2000. Y fue nombrada Embajadora de Paz, distinción otorgada por «Mil milenios de Paz». Creó la Fundación Foundchild – «Niños Unidos para el Mundo», primera ONG en el mundo que aborda la temática de la restitución familiar por y para el niño.
Desde entonces, y hasta la fecha, Gabriela Arias Uriburu se convirtió en un ejemplo de cómo una situación tan traumática puede resolverse por medio del amor, la tenacidad y la resiliencia, a través del trabajo permanente sobre los vínculos. Inspirada en grandes pensadores contemporáneos como Carl Gustav Jung, Joseph Campbell, Deepak Chopra, Bert Hellinger, Rupert Sheldrake, Brigitte Champetier de Ribes, las psiquiatras junguianas Clarissa Pinkola Estés, Clarissa Maurren Murdock y Shinoda Bolen, desarrolló una serie de talleres que cambiaron la perspectiva y la problemática vincular de miles de persona. En 2012 publicó “Vínculos”, su cuarto libro, que de inmediato se convirtió en un best- seller y que marcó el comienzo de una prolífica etapa como escritora de literatura de desarrollo personal. Entre aquel libro y este nuevo “Vínculos II”, Gabriela transitó su vida entre dos mundos, Occidente y Medio Oriente, separados por una delicada línea que los hace tan parecidos y tan diferentes. En ese ir y venir en las márgenes de ambas culturas supo desarrollar herramientas que han ayudado a mucha gente a superar traumas, salir del lugar de la víctima y disponerse a construir una vida luminosa. En 2017 publicó “Al encuentro del corazón”, un libro que se sumerge en lo más profundo de nuestras relaciones, allí donde el hombre y la mujer necesitan comprender que para llegar al amor hay ciclos que atravesar. Inspirado en un antiguo cuento de origen esquimal, este libro-taller se convierte en una herramienta que posee el extraordinario valor testimonial de su autora, invitándonos al camino donde es posible encontrarnos y sanar nuestros vínculos.
Luego, en 2019, publicó “Enemigo íntimo”, un libro en el que propone, como eje de la labor personal, sanar los vínculos. Esta obra nace en uno de sus talleres más emblemáticos: “Cita con el depredador”, un espacio en el que víctima y victimario, son puestos bajo la lupa. “El arquetipo del depredador está en nuestro interior, también en nuestra familia y en la sociedad que integramos, de modo que se va desarrollando en nosotros en la medida que nos integramos a la vida social”. En 2020 publicó “Salvaje o domesticada – Cómo liberar tu femenino profundo”, otro libro-taller, basado en el cuento tradicional “Zapatitos Rojos”, que nos invita a conectar con la “mujer salvaje”, que es la mujer esencial, aquella que por alguna razón dejó de vibrar o estar presente, por seguir tradiciones, sistemas, mandatos, sistemas de creencias, la herida ancestral, etc. Al igual que en sus anteriores libros-talleres, Gabriela Arial Uriburu presenta, mediante imágenes escondidas en un cuento, las trampas en las que podemos caer o ya hemos caído; las trampas que nos arrojan a vivir desconectados de nuestro sentir profundo, de la vida hecha a mano. Se trata de un libro hecho para mirar nuestra herida, entenderla, sanarla.