La situación en El Bolsón es dramática. El avance descontrolado del fuego ha obligado a evacuaciones de urgencia y ya ha destruido al menos 120 viviendas, mientras que otras 700 casas están en riesgo. Las condiciones climáticas adversas, con fuertes vientos y altas temperaturas, han complicado aún más el trabajo de los brigadistas, que luchan sin descanso para contener las llamas.
Desesperación y evacuaciones forzadas
En las últimas horas, decenas de familias tuvieron que abandonar sus hogares ante el inminente avance del fuego. Algunos lograron rescatar pertenencias, pero muchos lo perdieron todo. «Salimos con lo puesto, no quedó nada», relató un vecino que debió huir con su familia en plena madrugada.
El incendio afecta principalmente la zona de Cuesta del Ternero, pero las llamas también avanzan hacia otros sectores rurales y poblaciones cercanas. Equipos de emergencia trabajan a contrarreloj, pero la magnitud del desastre supera los recursos disponibles.
Denuncias contra las autoridades
La desesperación de los habitantes se convirtió en enojo y reclamos contra las autoridades locales y provinciales. Vecinos y vecinas acusan a los gobiernos de no haber tomado medidas preventivas y de reaccionar tarde ante la emergencia.
«Nos dejaron solos, no hay coordinación ni recursos suficientes para frenar esto», denunció un poblador afectado. Otros testimonios apuntan a la falta de inversión en infraestructura para la prevención de incendios forestales, una problemática recurrente en la región.
Además, organizaciones ambientalistas exigen una investigación sobre el origen de los incendios, ya que no descartan que hayan sido provocados intencionalmente para favorecer intereses inmobiliarios o productivos.
Un panorama desolador y sin control
Mientras los bomberos y brigadistas continúan trabajando en condiciones extremas, la población de El Bolsón enfrenta horas de angustia e incertidumbre. Las llamas siguen avanzando y las previsiones meteorológicas no son alentadoras.
Desde distintos sectores se reclama mayor asistencia del gobierno nacional, más recursos para los equipos de emergencia y respuestas urgentes para evitar que la tragedia se siga extendiendo.