La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, desató una ola de críticas en Argentina tras pronunciarse abiertamente a favor del presidente Javier Milei, en lo que muchos consideran una clara injerencia en los asuntos internos del país.
Durante una conferencia en Washington, Georgieva elogió las políticas económicas del mandatario argentino y afirmó que «el pueblo argentino debe tener paciencia y apoyar el rumbo actual si quiere ver resultados reales», lo que fue interpretado como un mensaje directo de apoyo electoral.
Políticos, analistas y ciudadanos manifestaron su preocupación por el rol del FMI en la política local, acusando al organismo de tomar partido y romper con la neutralidad institucional.
«Es una intervención inaceptable de un organismo internacional en la soberanía democrática de Argentina», expresó un senador opositor.
El escándalo generó reacciones inmediatas en redes sociales.