La justicia avanza en la investigación y complica la situación del expresidente
El expresidente Alberto Fernández fue procesado este lunes en el marco de la causa por violencia de género contra su pareja, Fabiola Yañez. La medida fue dictada por el juez a cargo de la investigación tras considerar que existen pruebas suficientes para imputarlo por presuntos hechos de violencia psicológica y económica durante su mandato.

La denuncia, presentada meses atrás, había generado un fuerte revuelo mediático y político. Según trascendidos, la investigación incluye testimonios y pruebas que darían cuenta de situaciones de maltrato en el ámbito privado de la pareja.
Detalles del procesamiento
El magistrado determinó que hay elementos suficientes para avanzar con la causa y dictó el procesamiento sin prisión preventiva, aunque impuso restricciones al expresidente, como la prohibición de acercamiento a Yañez y la obligación de presentarse periódicamente ante la justicia.
Fuentes cercanas a la causa indican que la investigación se centra en episodios de violencia psicológica y económica que habrían ocurrido mientras Fernández ocupaba la presidencia. La denuncia señala que Yañez habría sido víctima de descalificaciones, control sobre su vida personal y limitaciones en el manejo de recursos económicos.
La defensa de Fernández y la reacción del entorno político
El abogado del expresidente rechazó la decisión judicial y anunció que apelará el procesamiento. «Se trata de una causa con motivaciones políticas y sin sustento probatorio», afirmó el letrado en declaraciones a la prensa.
Desde el entorno de Fernández también cuestionaron la medida y sostuvieron que la denuncia es parte de una campaña de desprestigio contra el exmandatario. En tanto, Fabiola Yañez no ha hecho declaraciones públicas sobre la decisión judicial, aunque su entorno indicó que confía en el proceso y en la actuación de la justicia.
Repercusiones y próximos pasos judiciales
El procesamiento de Fernández generó un fuerte impacto en el ámbito político, con reacciones divididas entre quienes consideran que la causa debe seguir su curso y aquellos que denuncian una persecución judicial.
La causa continuará con la recolección de nuevas pruebas y testimonios, y en las próximas semanas se definirá si la investigación avanza hacia un eventual juicio oral. Mientras tanto, el expresidente deberá cumplir con las restricciones impuestas y preparar su estrategia de defensa ante una situación que complica aún más su panorama judicial y político.