Es temprano en la mañana y las puertas del flamante espacio cultural Mario Castenetto, ubicado en pleno barrio Belgrano, ya están abiertas. Allí encontró su lugar el piano que María del Carmen González, una vecina de zona sur de casi 80 años, donó a la Municipalidad de Rosario con la ilusión de que otras manos vuelvan a hacerlo sonar.
María empezó a tocar el piano de chiquita. “Empecé las clases de piano cuando tenía 5 años, iba solita a dos cuadras, y seguí hasta los 10. Pero no pude continuar, en mi casa no podía haber piano y necesitás tener uno para practicar. Y bueno, dije, yo algún día me lo compraré. Recién cuando se casaron mis hijos pude comprar uno usado, hace 22 años», recuerda con nostalgia. Desde ese momento retomó su pasión por la música volviendo a las clases de piano, como en su infancia, hasta que hace dos años por problemas de salud lo tuvo que suspender.
Pero la angustia por esa situación se transformó en esperanza cuando conoció el programa municipal «Que sigan sonando»: “Fue dolorosísimo desprenderme porque voy a cumplir 80 años, es un sueño de la vida. Pero pensé ¿en qué mejores manos? Yo lo dono y estoy agradecida de esta oportunidad. Porque cuando supe del programa, dije: si es para chicos que pueden empezar desde los primeros años de edad, como lo hice yo, y que no se lo pueden comprar, para que puedan tener en dónde practicar y seguir hasta ver dónde los lleva la vida, lo voy a hacer agradecida”.
«Que sigan sonando» fue puesto en marcha en noviembre de 2023 por la Secretaría de Cultura y Educación, con el propósito de ofrecer instrumentos a las formaciones infanto juveniles de la ciudad, para fomentar su crecimiento y desarrollo. A través del compromiso y la generosidad de la sociedad, se busca equipar a estas agrupaciones con instrumentos musicales que se encuentren en desuso.
Dante Taparelli, impulsor de la iniciativa, expresó: “El objetivo es abrir puertas a cualquier niña, niño o joven que quiera sumarse a la idea de ser músico. El no tener instrumentos es el impedimento número uno, entonces tener un instrumento para un chico o chica que está empezando a estudiar le asegura la continuidad. Esto habilita a que instrumentos ociosos que están guardados en placares, muchas veces por afecto o por memoria, vuelvan a cumplir su destino. No es el destino solamente del que lo poseyó si no también del que lo construyó, del luthier que lo fabricó. Y para una ciudad como la nuestra, que crece exponencialmente, es fundamental el compromiso ciudadano para que esto siga sucediendo”.
No es casual que el piano se encuentre en el espacio cultural Mario Castenetto, cuya sede es una casa ubicada en pasaje Azurduy 6150, en barrio Belgrano, que fue cedida a la Secretaría de Cultura. Para Taparelli, este espacio cultural “posibilita la expansión de la cultura a los cuatro vientos, gracias a un acto de desprendimiento amoroso de Mario Castenetto que fue un gran pensador de la ciudad y que decidió al final de sus días que esta casa siga sonando, como este proyecto”.
«En diciembre del 2022, Mario Castenetto dona la casa a la Secretaría de Cultura y en febrero de 2023 fallece. A partir de ahí se empieza a armar un proyecto para este espacio cultural que lleva su nombre», explicó Diego Sebastiano, coordinador de dicho espacio. Se aspira a que el Mario Castenetto abra sus puertas al público en marzo de este año, con dos proyectos principales: la Escuela de Luthería y la Jabonería social y cultural del programa Espuma. «Después la idea es poder diseñar y seguir agregando distintos proyectos al espacio», aclaró.
Con este mismo sentido de mutualismo y circularidad, los instrumentos donados se reciben en el Centro Cultural La Casa del Tango, y luego se trasladan al espacio cultural Mario Castenetto: “Como va a estar la Escuela de Luthería funcionando allí a partir de marzo, los chicos van a reparar los instrumentos que puedan, y con los que no estén dentro de su especialidad van a hacer la derivación a otros luthiers”, señaló Sebastiano.
Además del piano que donó María del Carmen, a la fecha ya se recibieron dos guitarras, una guitarra antigua, una melódica, una flauta y un violín, que fueron cedidos para el proyecto por vecinas y vecinos de distintos barrios de la ciudad.
Toda persona que tenga un instrumento en casa y desee donarlo de forma libre y gratuita puede hacerlo. De esta manera, dichos instrumentos tendrán una segunda oportunidad en las formaciones musicales dependientes de la Secretaría de Cultura y Educación municipal: escuelas orquestas, bandas, espacios de formación musical, entre otras.
Cómo participar del programa «Que sigan sonando»
Para hacer una donación, las personas interesadas deben acercarse a La Casa del Tango (avenida Illia 1750). Una vez recepcionados, los instrumentos serán acondicionados en la Escuela Municipal de Luthería, un proyecto que saldrá a la luz en marzo de este año en el flamante espacio cultural Mario Castenetto.
Cada donante recibirá un certificado de cesión que detalla sus datos y el estado del instrumento donado. Se aceptarán aquellos instrumentos que puedan ser acondicionados y utilizados por los jóvenes músicos.
La importancia de donar un instrumento radica en el fomento del crecimiento de las orquestas infanto juveniles, las que no solo son espacios de aprendizaje musical, si no también herramientas de inclusión y oportunidades laborales para los jóvenes músicos de Rosario.
Para obtener más información sobre la campaña y concertar un turno para la entrega de instrumentos, enviar un correo electrónico a: cclacasadeltango@rosario.gov.ar